Te adoro.

He empezado a querer tu egocentrismo, tu inmadurez y todo aquello que me saca de mis casillas.

Todo lo que venga de ti, tiene un hueco en mí.

Y adoro saberlo, ser consciente de ello.

Adoro tu forma de mirarme, y que sonrías al hacerlo.

Adoro en la forma que intentas acercarte a mi, desapercibido, silencioso, sin prisas pero a la vez creando huracanes y haciéndote un hueco.

Adoro tu sonrisa deslumbrante que llevas siempre, no importa si estas bien o mal, siempre va contigo, y eso me gusta.

Adoro tu manía de mover los dedos cuando sales del agua. El color de tus ojos, a la oscuridad, y cuando los rayos del sol palpitan en ellos.  

Te adoro a ti. Adoro como eres, como sientes. Si puede sonar una locura, puede sonar raro, pero lo raro sin querer se hace normal. Adoro que hayas sido tu quien me ha sacado de ese agujero del cual no podía salir me distes la mano y salí. Por eso y mil cosas más has hecho que te adore, y tengas un hueco en mí.

Días como estos.

Como andar en días como estos, asustada.

Solo un abrazo que me haga sentir mas llena, que hoy el vacío me ahoga.

Alguien que disfraces mis días malos, y los convierta en buenos.

Que se marche la duda, y la soledad huya detrás.

Que esto me ha vencido. No quiero sacar las uñas y enfrentarme una vez mas a esto.

Que hoy no voy a mantener la compostura, hoy no! Hoy voy a cerrar los ojos, respirar hondo y dejar que pase el día.

Volverá.

Inexplicable, increíble pero cierto, te echo de menos. Pero no te echo de menos a distancia, echo de menos lo que eras ayer, lo que éramos ayer. Echo de menos el estar segura de cada paso que doy a tu lado. Quiero alejarme de una vez por todas de esta inseguridad, que me hace infeliz. Quiero dejar de ir de puntillas a cada paso que doy.

Tiempo.

Ha pasado mucho tiempo, se supone que eso era lo que necesitaba ¿no?

Olvidar. Y tan despistada soy que se me olvido olvidarte!!

Si pudiera volver atrás por muy arrepentida que a veces me sienta, volvería a cometer mis errores uno a uno. Y mis errores me han traído tantos apagones como luces.

Espero que uno de estos días sea capaz de perdonarme a mi misma, de perdonarte a ti, de perdonarnos.

Pero a veces me da por pensar que nada nos de volverá aquello que fuimos.

Pero aun así vivo con la certeza de que por mucho que ande, tarde o temprano te volverás a encontrar en mi camino.

Altibajos.

Dias de altibajos.

Sube, baja.

Sube, que me inunda la felicidad, que me duele la cara de tanto reirme, frenetica, efusiva, feliz. Rozando la locura.

Casi rozando el cielo con la palma de mis manos, rascándolo, a pocos centímetros de mi.

Y de repente baja.

Fragil, agotada, decepcionada, cansada, triste.

Me quiero bajar de esta montaña rusa, que me marea.

Tomo impulso para volver a subir, y no bajar nunca mas, para quedarme bien atada en lo mas alto.

 

                                                

Y cuando lo logre no habrá mayor satisfacción. En este juego no entra la facilidad, pero tampoco la imposibilidad.

 

Yo misma.

Podría empezar presentándome, tal vez diciendo mi nombre, o mostrándoos una foto mía, diciéndoos en el fantástico lugar en el que vivo, la magnifica playa que disfruto cada día, o presentándoos a los maravillosos amigos que tengo. Pero he decidido que seré anónima, si, anónima. Disfruto escribiendo, muestro lo que siento, lo que pienso y como soy…

Soy inestable, indecisa. No se lo que quiero, pero se muy bien lo que no quiero. Terriblemente desordenada. Cariñosa. Cambio cualquier momento por un abrazo. Soy impaciente, a veces pesimista, pero cuando me lo propongo puedo llegar a lo más alto, por mil obstáculos que se pongan en mi camino. Me encanta pasar horas mirando al mar. Soy de las que piensa que la música es una motivación. Me encanta dormir es un placer que disfruto demasiado. Soy de esas que se comen las palomitas antes de que empiece la película, de esas que lloran con las películas de amor o de las que se quedan dormida en la parte mas “interesante” de una película de acción. No soy demasiado orgullosa y cuando nos peleemos aunque estaré esperando tu llamada, te llamaré porque en el fondo deseo abrazarte, llenarte de besos y pedirte que no pase nunca más. No soy de las que se paran a pensar las consecuencias, más bien soy de las que actúa y luego piensan. Puede que mi lista de caprichos sea interminable. Cometo mil y un errores, pero pido perdón hasta que me mandan a callar. Soy incapaz de estarme quieta, me encantan las risas, no seré perfecta y posiblemente ni rozare la perfección. Pero lo que puedo prometerte es que jamás te aburrirás conmigo, te volveré loco y querrás salir corriendo de lo pesada que soy a veces.